En Turia Hotels nos gusta recordar de dónde venimos. Porque muchas veces, las historias más importantes no nacen en los días fáciles, sino en los momentos de incertidumbre.
Esta es una de esas historias. Nos la cuenta Germán, comercial del equipo de Hotel Turia Granada, que vivió en primera persona uno de los capítulos más especiales (y duros) de este lugar. Una historia real que nos recuerda por qué hacemos lo que hacemos.
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En plena época de pandemia, cuando el mundo entero se detenía, el hotel también se detuvo. Las habitaciones quedaron vacías, los pasillos en silencio, y el bullicio habitual de los huéspedes se apagó. Sin embargo, dentro de ese silencio, seguimos trabajando en la sombra: gestionando cancelaciones, devoluciones y atendiendo a nuestros clientes con la misma dedicación de siempre.
Los meses pasaban y lo que alguna vez fue un hotel lleno de vida se convirtió en un edificio fantasma. Sin luz, sin agua, sin movimiento. Solo quedaban los recuerdos de un pasado reciente y la esperanza de un futuro mejor. Fue entonces cuando llegó la familia Tent. Con visión, compromiso y un profundo respeto por la historia del lugar, apostaron por reabrir sus puertas y devolverle el alma al edificio. Nació así lo que ahora es Hotel Turia Granada. Donde antes hubo incertidumbre, volvió la confianza. Donde reinaba el silencio, regresaron las risas, los encuentros y las sonrisas.»
