La Semana Santa en España es una experiencia tan intensa como diversa. Aunque tiene un origen religioso —rememorar la pasión, muerte y resurrección de Cristo—, con el tiempo ha evolucionado en muchos rincones del país hasta convertirse en una celebración donde cultura, tradición, arte, gastronomía y comunidad se dan la mano.
En Valencia, Granada y Badajoz, la Semana Santa y la Pascua se viven con un sello único. ¿Lo mejor? Cada ciudad aporta su propia identidad, por lo que puedes vivir tres experiencias totalmente distintas en un mismo periodo del año.

1. La Semana Santa Marinera de Valencia: procesiones entre redes y olas
En el corazón del barrio del Cabanyal-Canyamelar, la Semana Santa se transforma en una vivencia marítima y profundamente vecinal. Esta festividad combina el fervor religioso con las costumbres pesqueras, y es única por su vinculación con el mar.
Las calles se engalanan con banderas, balcones decorados con flores y altares improvisados. Los pasos (imágenes religiosas) desfilan entre vecinos vestidos de gala, y lo más conmovedor ocurre cuando los cofrades saludan a los balcones con pañuelos blancos, creando un momento de conexión mágica.
Uno de los actos más representativos es la Procesión del Santo Entierro (el Viernes Santo), que transcurre con solemnidad y silencio hasta llegar a la orilla del mar, donde se lanza una corona de laurel en honor a los marineros fallecidos.
2. Las “monas de Pascua” y los cometas que pintan el cielo (Valencia)
La Pascua en Valencia se vive al aire libre. El Lunes de Pascua, las familias salen al campo o a la playa para disfrutar de una jornada de picnic donde la protagonista es la «mona de Pascua»: un bollo esponjoso con huevo cocido (o chocolate), decorado con azúcar y a veces con figuras infantiles.
Lo más divertido es la tradición de romper el huevo en la frente de alguien, mientras se recita una frase popular: «Ací em pica, ací em cou, ací et trenque la mona en el front».
Y por supuesto, no faltan las cometas de colores, que llenan el cielo en parques como el Jardín del Turia o la playa de la Malvarrosa. Una tradición perfecta para disfrutar con niños y conectar con la alegría de la primavera.
3. La Tamborada de Alzira: un estruendo que emociona
Alzira, a menos de 45 minutos de Valencia, vive una de las manifestaciones más impactantes de la Semana Santa: la Tamborada. Declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO, reúne a cientos de tamborileros que tocan al unísono en un estruendo rítmico que se siente en el cuerpo.
El “toque de tambor” no es solo ruido: es una expresión ancestral de duelo, de respeto y de comunidad. La ciudad se convierte en un espectáculo visual y sonoro que deja huella.
Si buscas un plan diferente dentro de la Comunidad Valenciana durante estas fechas, este evento es una experiencia inmersiva en toda regla.
4. El silencio que canta: saetas en Badajoz
En la Semana Santa de Badajoz, el ambiente cambia por completo. La ciudad extremeña apuesta por la sobriedad, el respeto y el recogimiento. Entre las muchas procesiones que recorren sus calles empedradas, destaca la tradición de la saeta.
Se trata de un cante flamenco improvisado que surge desde un balcón, normalmente al paso de una imagen religiosa. La voz se eleva desgarradora, sin acompañamiento musical, cargada de emoción. Es imposible no detenerse, no estremecerse.
Vivir este momento, sobre todo de noche, con la ciudad en silencio y las luces tenues, es una experiencia espiritual incluso para quienes no son religiosos.
5. El «Encuentro» del Domingo de Resurrección en Badajoz
El último día de la Semana Santa se llena de alegría. En Badajoz, el Domingo de Resurrección se celebra con un acto especial conocido como “El Encuentro”.
Las imágenes de la Virgen (vestida de luto) y Cristo Resucitado recorren caminos distintos hasta encontrarse en la Plaza de España, ante cientos de personas. Al encontrarse, la Virgen se despoja del manto negro y se llena de flores y luz, entre aplausos y música.
Es el símbolo perfecto del paso del duelo a la esperanza. Una escena cargada de emoción que cierra la semana con un mensaje positivo y renovador.
6. El Cristo de los Gitanos y el flamenco del Sacromonte (Granada)
Granada vibra de una forma especial durante la Semana Santa. Entre todas sus procesiones, hay una que destaca por su emoción: la del Cristo de los Gitanos, que sube por las estrechas calles del Albaicín y llega hasta el Sacromonte.
Allí, entre candelas y casas-cueva, los gitanos del barrio entonan cantes flamencos y rezan con palmas y voz. Es una mezcla de espiritualidad y cultura que te eriza la piel.
La imagen, iluminada por antorchas, parece flotar en la noche, mientras el eco de los cantos resuena en las colinas. Sin duda, uno de los momentos más especiales de la Semana Santa andaluza.
7. Miradores con historia: vivir las procesiones desde la Alhambra
Durante la Semana Santa, muchas personas eligen recorrer los miradores de Granada, como el Mirador de San Nicolás o el de la Silla del Moro, para observar desde lo alto las procesiones que serpentean por la ciudad.
Las vistas panorámicas permiten ver la ciudad iluminada, con sus iglesias llenas y sus calles vibrando de devoción. Una experiencia que mezcla patrimonio, belleza natural y la intensidad de la celebración.
8. Domingo de Ramos: palmas, olivo y tradición familiar
El Domingo de Ramos es la puerta de entrada a la Semana Santa. En las tres ciudades, las familias se visten con ropa especial y acuden a misa portando palmas trenzadas y ramas de olivo, que luego se colocan en los balcones como símbolo de bendición y protección.
En Granada, por ejemplo, la “Borriquilla” (la imagen de Jesús entrando en Jerusalén) sale en procesión y los niños la acompañan con palmas. Es uno de los días más luminosos y familiares de toda la semana.
9. Gastronomía típica de Semana Santa: sabores que se comparten
Durante estos días, la tradición también se sienta a la mesa. Al estar muchas personas en ayuno o abstinencia de carne, se ha desarrollado una gastronomía rica, sencilla y sabrosa que forma parte esencial de la experiencia.
Algunos platos y dulces que encontrarás:
- Potaje de vigilia: con garbanzos, espinacas y bacalao. Muy típico en Andalucía y Extremadura.
- Torrijas: pan del día anterior empapado en leche y huevo, frito y espolvoreado con azúcar o bañado en miel.
- Arroz con leche: con canela y cáscara de limón.
- Buñuelos de viento: dulces fritos que se rellenan de crema o nata.
- Leche frita: una delicia crujiente por fuera y suave por dentro.
- Hornazo: muy típico en Pascua (más en otras regiones, pero también presente en algunas zonas de Badajoz).
En muchos restaurantes —y en ocasiones, también en los hoteles— se sirven menús especiales de Semana Santa, para saborear la tradición en cada bocado.
10. Procesiones desde el corazón de la ciudad: una experiencia completa
Uno de los grandes privilegios de alojarte en hoteles como los de Turia Hotels es que están ubicados en el centro histórico de cada ciudad.
Eso te permite vivir la Semana Santa de forma inmersiva: puedes bajar a la calle y estar en medio del ambiente, o incluso ver algunas procesiones desde la misma habitación.
Y más allá del alojamiento, lo importante es cómo te hacen sentir: con cercanía, atención al detalle y un equipo que vive esta época como parte de la comunidad local.
Fechas importantes
¿Te gustaría vivir alguna de estas tradiciones en directo? Aquí tienes los días más destacados para no perderte nada en cada ciudad:
Valencia – Semana Santa Marinera
- Domingo de Ramos (13 de abril 2025):
Procesión de las Palmas por los barrios del Marítimo. Ideal para ver el ambiente más familiar y las palmas decoradas. - Jueves Santo (17 de abril):
Procesiones en silencio con antorchas y hábitos blancos por el barrio del Cabanyal. Muy visual, con especial recogimiento. - Viernes Santo (18 de abril):
La impresionante Procesión General del Santo Entierro a última hora de la tarde. Recorre las calles hasta llegar al mar, donde se lanza una corona en homenaje a los marineros. - Domingo de Resurrección (20 de abril):
Procesión del Encuentro Glorioso y bendición del mar. La Pascua se celebra luego en la playa con cometas y monas.
Granada – Semana Santa Nazarena y Flamenca
- Domingo de Ramos (13 de abril 2025):
Salida de la Borriquilla. Ideal para ir con niños y disfrutar del ambiente alegre. - Miércoles Santo (16 de abril 2025):
El Cristo del Consuelo sube al Sacromonte acompañado por los gitanos del barrio. Una de las procesiones más flamencas y auténticas. - Jueves Santo (17 de abril):
Procesión del Cristo de la Misericordia y la Aurora, con pasos por el Albaicín. Recorre calles empedradas con vistas nocturnas espectaculares. - Viernes Santo (18 de abril):
Desfile de las cofradías históricas, como la del Santo Sepulcro. Muy solemne, con marchas fúnebres y gran participación. - Domingo de Resurrección (20 de abril):
Procesiones más breves pero festivas. Ideal para cerrar la semana con energía positiva.
Badajoz – Sobriedad, saetas y emoción compartida
- Domingo de Ramos (13 de abril 2025):
Procesión de Jesús de la Humildad y la Virgen de la Palma. Muy popular. - Miércoles Santo (16 de abril 2025):
El Cristo de la Paz recorre el centro histórico en procesión silenciosa. Oportunidad para oír alguna saeta improvisada. - Jueves Santo (17 de abril):
Uno de los días grandes, con la Hermandad del Descendimiento. Procesiones desde la Plaza de San Andrés, con mucha devoción local. - Viernes Santo (18 de abril):
El Santo Entierro, una de las procesiones más impresionantes y solemnes. - Domingo de Resurrección (20 de abril):
El Encuentro en la Plaza de España, con la Virgen quitándose el manto negro. Una explosión de alegría y emoción colectiva.
La Semana Santa es una celebración viva, diversa y profundamente arraigada en la cultura española.
Cada ciudad le da su color, su ritmo y su sabor. En Valencia, Granada y Badajoz, puedes vivir tres formas distintas de emocionarte, aprender y disfrutar.
Desde Turia Hotels, te invitamos a dejarte llevar por las tradiciones, las historias y los momentos mágicos que solo ocurren en esta época. Porque hay viajes que no se miden en kilómetros, sino en emociones.